El Blog de las Pequeñas Cosas

A lo largo del día ves cosas que te asombran y otras que te remueven. Escuchas otras que te hacen pensar, que te llevan a sentarte en una plaza o a agudizar el oido. Sientes, hueles, palpas..., ¡tantas pequeñas cosas!, tan pequeñas que casi siempre se vuelan, como el algodón.

7 sept 2011

LA ENCICLOPEDIA

El Descubrimiento del Día de hoy, es de esos que pueden pasar desapercibidos; sin pena ni gloria. Pero de eso se trata; de convertir las pequeñas cosas en un gran descubrimiento.
Este tesoro apareció en la pantalla de mi televisor. Había decidido recuperar una película de 2002, que en su momento quise ver pero, ya se sabe, un año por otro... La película en cuestión era Torremolinos 73, de Pablo Berger. La verdad es que el film en sí, fue ya todo un descubrimiento: original, fresco, descarado y con una Candela Peña soberbia. Pero lo que nos ocupa hoy es una realidad que aparece reflejada en la cinta. El protagonista: Javier Cámara, es un vendedor de enciclopedias a domicilio. Él va con su maletín, casa por casa con la Enciclopedia Ilustrada de la Guerra Civil y con un busto de Franco, a modo de regalo por adquirir la colección. Desde las primeras imágenes se ve que las ventas van bastante mal, entre otras cosas porque comienza el boom de la venta de fascículos en los kioskos. El caso es que, la empresa para la que trabaja, va a prescindir de todos los vendedores a domicilio, acabando de esta forma con un oficio con el que casi todos nos hemos topado alguna vez en la puerta de casa, quizá cuando éramos pequeños. El caso es que si nos asomamos al cualquier salón de los años 60 y 70, aparecerá la Enciclopedia de la Salud, el Diccionario Ilustrado, Libros sobre la Familia, la Historia Universal y vete tú a saber cuántas cosas más. Es lógico que haya cambiado el estilo de muebles en los salones; antes necesitábamos espacios ingentes para tanto libro, pero ahora: "póngame usted un salón minimalista, que total, para colocar el buda que compramos en Natura y las jirafas que nos trajimos del safari, vale con una baldita como que cuelga de la pared". Fíjate tú que la desaparición de estos hombres ha traído una revolución en la decoración.
En mi casa de los años 80 de clase media, mis padres todavía confiaron en alguno de estos vendedores y, aún recuerdo 2 de las colecciones que se apiñaban en el salón. La primera era algo así como: "Cómo funcionan las cosas". Era curiosa, porque explicaba el mecanismo de aparatos cotidianos. Yo tengo el recuerdo vívido de la imagen que explicaba cómo funciona un mechero. Para mí fue todo un descubrimiento, porque era incapaz de encender uno, supongo que me daba miedo salir ardiendo del intento. Pues allí estaba el dibujo, con todo lujo de detalles, tantos que desde ese momento ya ningún otro mechero se me resistió.
La segunda de las coecciones, era sobre las profesiones: qué se hacía en ese trabajo, qué cualidades había que tener, lugares donde se podía trabajar... Aún recuerdo el epígrafe de Asistente Social, hoy Trabajador Social. Qué bonito todo lo que allí decía. Daban ganas de cerrar los ojos y pedir por favor, por favor, que al abrirlos fuera mayor y pudiera estudiar y trabajar como allí decía: ayudar a los demás, empatizar con ellos, dotarles de recursos...
Hoy tengo los ojos abiertos y aunque con sus subidas y bajadas, el sueño se ha hecho realidad. Dónde voy a estar mejor que intentando cambiar el mundo. En el trabajo o con mi pareja, con el amigo que te llama o el que se quedó sin lugar en el autobús.
De mañana no pasa; iré a casa de mis padres a revisar la enciclopedia.  A ver si encuentro otra sorpresa.    "Piensa globalmente, actúa localmente"

1 comentario:

  1. Yo también tuve esa enciclopedia sobre las profesiones... era un tomo bien gordo y consultaba compulsivamente después de cada película: ahora quiero ser bombero (después de ver "El coloso en llamas")ahora detective (al ver "Remington Steele") ahora futbolista (después de cualquier glorioso partido de la quinta del buitre) ahora ciclista (después de ver ganar a Perico y recorrer metros y metros rompiendo rodilleras y empujando las chapas con mis ídolos) después fotógrafo (al ver lo importante que era guardar una imagen para recordar todo lo que estaba viviendo) también periodista (para poder contárselo a los otros)... policía (por lo de la ley y el orden) y me dí cuenta que para ser tantas cosas, tan diversas y muchas de ellas tan poco realizables en la vida real (capitán trueno, Tarzán el de "Pakto secreto", Hércules...) la solución pasaba por ser actor, estudiar arte dramático y desempeñar el papel que quisiera. Me quedé en el taller de teatro "La bujía" del instituto donde me lo pasé fantásticamente... y todavía hoy no ha llegado el día en el que he dejado de hojear el "libro del presente" buscando nuevas cosas que ser y en las que convertirme... ¿Qué será lo próximo? Seguiré buscando entre las páginas

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Aunque parezca increible, yo vi esa imagen, en medio de la ciudad. Increible.

Aunque parezca increible, yo vi esa imagen, en medio de la ciudad. Increible.