El Blog de las Pequeñas Cosas

A lo largo del día ves cosas que te asombran y otras que te remueven. Escuchas otras que te hacen pensar, que te llevan a sentarte en una plaza o a agudizar el oido. Sientes, hueles, palpas..., ¡tantas pequeñas cosas!, tan pequeñas que casi siempre se vuelan, como el algodón.

18 sept 2011

EL AMOR

Hace pocos días recordé, gracias a un comentario inocente e infantil, que durante mi adolescencia y parte de mi juventud le declaré la guerra a los chicos. Sí, para mí eran simples, chulos, insensibles y de poco fiar. Yo no creía en eso del príncipe azul ni de la media naranja. Y si no, ¿por qué los ricos, guapos y famosos acaban con hombres y mujeres de la misma condición? y qué casualidad que con la cantidad de gente que andamos por este nuestro mundo, encontremos a la pareja perfecta, a esa para la que estamos predestinados.
Que no, que yo no me lo creía. 
La razón de todo ésto, quizá sea un poco porque éxito, lo que se dice éxito, yo no tenía mucho con los chicos. Diría que bastante poco. Siempre me gustaban esos con los que tenía menos posibilidades y, digo menos posibilidades, no de tener algo con ellos, sino de que supieran que existía.
Recuerdo una serie de esta época: "Es mi vida", que contaba la vida de una adolescente (Claire Danes), donde le pasaban cosas de adolescentes, nada que ver con "Al salir de clase", "Sensación de vivir" u otras series, con las que poco o nada me sentía identificada. En un capítulo, su gran amor, compañero de instituto y para el que ella era invisible, pasa a su lado y le roza con con el brazo. Miles de sentimientos pasaron por su cabeza, sólo por ese roce, por ese gesto inconsciente.
Pero ahora pasado el tiempo, creo que la verdadera razón por la que yo tenía esa animadversión a los chicos y al amor, era porque todavía no estábamos en el año 2002. Supongo que muchas cosas pasaron ese año, pero la que yo recuerdo es que conocí a ese que me hizo cambiar de opinión. No sé si creo en los príncipes azules, pero sí creo que es posible conocer a alguien, descubrir sus virtudes y defectos, acostumbrarse a sus manías, desear que llegue la hora de verle, volverte adicta a sus besos y descubrir que ya no quieres buscar más, porque has encontrado al compañero con el que pasar el resto de la vida.

1 comentario:

  1. ¡Qué bonito!!! Un preciso regalo de aniversario. Muchas felicidades!!!

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Aunque parezca increible, yo vi esa imagen, en medio de la ciudad. Increible.

Aunque parezca increible, yo vi esa imagen, en medio de la ciudad. Increible.